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jueves, 19 de agosto de 2010

"ÚLTIMA PINCELADA DE PRETEMPORADA"

Verdades o miserias.
Tribus ocultas en la razón del saberse observado por todos.
Presión.
Inquietud salvable de la inseguridad, maneras opuestas de demostrar que confías en algo táctil.
Táctil.
Manera de enfrentarte a los miedos creyendo que dispones de la capacidad de saberte engañado al pensar que manejas la situación.
Situación.
Táctica o técnica de cualquier posible alineación en la que no estés convocado. Versiones distantes del creer, ver y saber o no de algo.
Algo.
Elemento efímero que puede o debe tener cierta vida científica para analizar las posibles versiones de un solo elemento.
Elemento.
Singular o plural que aprueba o rechaza lo que ve en el terreno de juego.
Juego.
Fair play.
Play.
En mi caso en concreto la dos.
Recomiendo enardecidamente la tres y el Pro.
Pro.
Ese especialista, generalmente del área, que decide y cumple las expectativas.
Expectativas.
Como cada año las que se pueda. Nuevo ciclo e historia repetida para, de nuevo, generar ilusión.
Ilusión.
Parte contratante de la primera parte sin la cual nada tendría sentido.
Sentido.
Y sensibilidad que por machotes no se nos va a caer el alma a los pies.
Pies.
Arma mortífera bien utilizada para un deporte, como todos, que al final es de cabeza.
Cabeza.
O mano de Dios, da igual. Benditos testarazos desde fuera del área.
Área.
Territorio hostil protegido por guerreros considerados en la localidad como personas non gratas. Extranjeros sin papeles que legislar en un entorno visitante.
Visitante.
Inquilino sin derecho de pernada. Peregrino de la santa cruzada de acompañar a los tuyos hasta el fin del mundo.
Mundo.
Sí, ya lo sé.
Somos campeones.
Campeones.
Aspiración total de una temporada que empieza, como siempre, prometiendo lo que al final no nos va a dar.
Dar.
Y recibir. Ley del fútbol.
Futbol.
Deporte rey pese al que le pese. Opio de un pueblo jodido y en crisis.
Crisis.
De valores más o menos importantes en un universo diferente al del vil pueblo.
Pueblo.
Que admira, comenta, valora y sueña con los dividendos de los clubs menos importantes sabiéndose preparado para saber hacer una buena gestión.
Gestión.
Resultista, económica y empresarial de una sociedad anónima deportiva.
Deportiva.
O deportivo, pero no de la Coruña sino deportivo en general.
General.
O grada alta, o tribuna.
Seguiré siendo de fondo.
Fondo.
Norte o sur. Da igual. Lo importante no es parecer si no ser.
Ser.
Con un carrusel deportivo sin Paco Gonzáles. Nueva experiencia.
Experiencia.
O cantera. Ya veremos.


Se acabo la tontería poética y, sintiéndolo mucho, volvemos a la prosa.
Empieza la liga y volveremos a nuestros cauces.
Esto es fútbol.

Bienvenidos a Naranjito el tontuno.

Que sí, coño, que es verdad, que Naranjito es un poco tontuno, pero, ¿como decíroslo?, es mi colega.
Así que cuídao eh!!!!

sábado, 14 de agosto de 2010

"PINCELADAS DE PRETEMPORADA(2)"

Un pitido inicial.
Un mundo lleno de sorpresas más o menos esperadas por distintos regimientos de devotos moradores del ocio necesario y barato.

Un saque de centro.
Y miles de ilusiones exaltan aun público ansioso de conseguir disfrutar del espectáculo que nos brindan las estrellas.

Un mundo nuevo.
Similar a los anteriores pero sin desenlace afortunado todavía para nadie sin dotes de videncia.

Un después.
El querer y no poder ignorar que este verano ya se ha ganado todo.

Un recuerdo.
Y son muchos.

Un corner.
Y va ese loco de remate y…, gol, señores, gol.

Un fichaje.
Siempre en esta calurosa época del estío se valoran los posibles atributos que se pueden observar a plena luz de cualquier día nublado de Agosto.

Un proyecto.
El deber de demostrar valores acordes con la filosofía de un club longevo y sabio como aquel que un día quiso y no pudo.

Un estilo:

El de aquel crack que homenajea a aquel desaparecido en el mejor momento de su carrera después de marcar un gol en una final.
Aquel otro que anuncio una posible retirada aún sabiendas de que le queda mucho por dar todavía en este puzzle.
Un tipo que bajó del norte para dar una asistencia sin querer volver a donde los mares están embrujados por alguna fuerza vikinga.
Un señor que no se descalzó en la mezquita del parecer ser lo que no eres detrás de unos micrófonos distorsionados.
Un picichí que tiene la disculpable manía de no hacer ruido.
Dos amigos que se despiden en el aeropuerto sabiendo que van a empezar a ser rivales sin rencor alguno.
Periodistas que cambian de casa como campeones del mundo de las mudanzas.
Titulares de todo con el culo cansado de estar en el banquillo.
Amistosos ausentes de causa justa.
Federaciones.


Un sueño.
Despertar de nuevo con un carrusel de circunstancias narradas con publicidad subliminal.

Un gol.
En el fondo norte de las purísimas delegaciones extranjeras que politizan todo lo ávido y por haber en el terreno de juego.

Un silencio.
En el minuto veintí tantos de la primera parte de nuestra existencia.

Un espontáneo.
Que sigue intentando escribir cosas que de vez en cuando parezcan verdades.

Un seguidor.
O dos o tres.

Una prorroga.


Un árbitro.
Cuando somos todos juez y parte de todo y nada.

Un descuento.
Necesario y cercano en estos tiempos del Señor.

Un marcador.
Global o no. Resúmenes parciales de lo acontecido hasta este momento.

Un vestuario.
Hogar dulce hogar a veces.

Un número.
Faltan ocho días señores.

domingo, 8 de agosto de 2010

"PINCELADAS DE PRETEMPORADA"

Quedan tres semanas, que digo tres semanas, quedan menos de tres semanas.

-Ya se palpa la historia repetida de nuevo como cada temporada con la misma emoción bohemia de cualquier necio que quiere celebrar al final de la misma con algo que celebrar.

-O aquel iluso que confía en mantener la categoría efímera de la autoestima para pronosticar en la casa de apuestas de al lado de su portal, números rojos.

-Un tipo que llegó desde la capital buscando trabajo y que de repente se hizo socio del aquel club con entrada restringida.

-Dos párrocos locales caminando con la sotana y la bufanda del equipo local manifestando eclesiásticamente que siguen sin perder la fe.

-Un seguidor asustado por el planteamiento de la pretemporada al saberse negado para el deporte rey.

-Un adolescente enamorada hasta las trancas de ese retrato estático que dibuja la foto pegada a su carpeta de mala estudiante.

-Un balón de futbol oficial y deshinchado en aquel colegio que está de vacaciones

-Un viaje a ninguna parte de un equipo desmotivado por la falta de ingresos y la ausencia de sueldos.

-Una nueva ilusión de demostrar, por lo menos una año más, que el final está todavía por llegar. Y creérselo.

-Aquel que cambió de oficio sin darse cuenta que cambiaba de vida en lo despachos. Maldita burocracia.

-Un local que se barre para empezar de nuevo a ofrecer las imágenes en alta definición mientras espera en silencio el pitido inicial.

-Un recuerdo para aquel socio numero dos.

-Un utillero sentado en el banquillo impoluto del vestuario visitante leyendo “Romeo y Julieta”.

-Un equipo de primera en un campo de tercera jugándose un trofeo de mentira y de chapa.

-Dos hermanos en la tienda oficial protestando por los altos precios de la elástica.

-Un despistado en las taquillas del estadio, intentando en balde, el no saberse el horario de oficina de los empleados en Agosto.

-Un periodista repasando las novedades en una casa rural.

Se huele la liga.

Y un chaval delgado, moreno y sobretodo siete vuela hasta Alemania pera demostrar que los marcados por alguna rara divinidad, no se acabaran nunca.
Y piropea a Guardiola y Guardiola le piropea a él.

Empieza la liga.

Y volveremos a transformarnos en sectores claramente diferenciados con rezos y cánticos de oración para los no aptos a las comedias rosas.
Y hay nuevas caras y alguna que otra ausencia. Ley de vida.
Cuenta atrás para ver de nuevo a los campeones del mundo.
Pero me hago demasiadas preguntas.
¿Habrá de nuevo guerra por los derechos audiovisuales?
¿La estrella de la liga será “Mou”?
¿Fichará Cesc por el Barca?
¿Equipo revelación?
¿Será de nuevo una liga de dos oponentes?

En fin, demasiadas dudas que se irán resolviendo durante el transcurso del campeonato.

Quedan menos de tres semanas señores.