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viernes, 4 de marzo de 2011

"PALABRAS MÁS,PALABRAS MÁS, PALABRAS MENOS"

Las palabras, las jodidas palabras tienen y son formas más o menos orgánicas de aquello que entendemos como forma de comunicación sonora.
Es probablemente la mejor manera de transmitir cualquier clase de idea, pensamiento o deseo que se forja en el fondo de la masa gris que nos maneja a su antojo.

Gracias a las palabras surgió el engaño y con él la mentira.

Pero la mentira, al igual que la verdad, nació ambigua por naturaleza para permitirnos hacer del lenguaje una ecuación inexacta muy utilizada por cierto, en mítines políticos y ruedas de prensa de toda clase de eventos populares para disfrute del personal.

Y ahí es donde empiezo a pensar que nos gusta el noble arte del embuste.

Nos vale a veces para escuchar lo que queremos escuchar, otras para escudarnos en esa armadura hecha a medida, en ocasiones la buscamos desesperadamente por necesidades fisiológicas y otras veces es ella misma la que nos persigue cuesta abajo.

Y ese es el problema de las entendederas del personal al escuchar, oír e interpretar un mensaje que se estanca en el fondo del mar.

Pero la pregunta es: ¿la culpa es del emisor o del receptor?

"No porque todo el mundo se crea en una mentira esta se convertirá en realidad aún sabiendo que más de cien digan la verdad".

Las palabras, las jodidas palabras a veces pasan directamente del sistema oral al escrito y descubrimos otras formas de transmisión diferentes pero igual de confusas.
Las escritas, eso sí, nos recuerdan constantemente aquello de que a las sonoras se las lleva el viento entre la multitud inventándose (los triunfadores del bulo) aquello conocido como “letra pequeña” para evitar problemas.

Y no lo puedo juzgar de hipocresía cuando existen receptores que quieren ser engañados por algún motivo que no acabo de entender al enteder, valga la redundancia, que también existen transmisores que se engañan creyendo que dicen la verdad al decir la falacia.

Nota informativa:
Para cualquier clase de duda al respecto consulten con un buen abogado que sí consultan con uno malo mucho me temo que les dirá la verdad.

En el espacio dramático que uno tiene en la rueda de prensa anterior o posterior al encuentro de turno, los tiempos (y no solo los verbales) son importantes para lanzar el mensaje determinado a unos periodistas que libremente pasaran del sistema sonoro al escrito dentro de su particular contexto.
Este mensaje, a su vez, llegara a todos los lectores (que son más de cien) transformando la ficción en la realidad que, dependiendo de que medio, necesite el producto periodístico para llegar a su público fiel.

Y probablemente el rey Midas de este concepto se llame José Mourinho al manejar como nadie los tiempos, las quejas y los mensajes que se reciben tanto en los diarios
que en su dominio acaban en .com (que aunque no se lo crean son los de Madrid) como los que acaban en .es (que aunque no se lo crean tampoco son los de la prensa catalana).

Ayer, después de la debacle del Málaga en el Bernabeu, el técnico del Madrid exculpo y respetó la reacción de Pellegrini al prácticamente tirar el partido en Madrid entendiendo que se juega su particular liga en los compromisos que tuvo el lunes anterior y tendrá el próximo fin de semana ante rivales de su campeonato.
Y por supuesto al ingeniero no se le paso por la cabeza llamar canalla a su colega.

Me encantan las diferentes formas de cordialidad entre compañeros de profesión.

Quizás se deba a que influido o advertido desde instancias superiores del club que entendieron que en la rueda de prensa de la víspera del partido no manejó las expresiones dejando, de nuevo, no demasiado bien a la institución que representa al menospreciar, a su modo, a una ciudad y un equipo del campeonato en el que acaba de aterrizar.

Malditas palabras, solo sirven para no llevarnos a engaño, decía aquel.

Jornada veintiséis.

El Sevilla complica la vida a un Sporting que vuelve a ocupar los puestos de descenso.
Empates en Getafe, San Sebastian, Pamplona y Almería sin mucho más que contar.
Victoria por la mínima del Villareal que, y esto es noticia, vuelve a ganar y de un correoso Zaragoza que remonta y sale de la zona peligrosa.
En Mestalla partidazo del Valencia que perdió ante un Barça que lo paso mal ganando a domicilio como su última víctima que saco los tres puntos de uno de los estadios más complicados de esta temporada por allí en Cornellá.
Partido cómodo del Madrid que arrasó a su rival prácticamente sin despeinarse demostrando que la liga no se aparca de momento.

Mención especial para Uche (Zaragoza) con gol y remontada después de salir de su lesión.

Pues nada más señores, entenderéis que esta semana me haya quedado sin palabras.

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