Expectantes.
Expectantes ante la huelga general que se anuncia por parte de los sindicatos como un gran éxito antes de celebrarse y con ciertas dudas por parte de una clase trabajadora que ya está lo suficiente jodida como para andar metiéndose en temas políticos que no le valen absolutamente para nada.
Expectantes ante cualquier rueda de prensa mediatizada de un tipo portugués que probablemente por culpa de su nómina se cree por encima del bien y del mal.
Pero, aviso a navegantes, mucho cuidado a los seguidores acérrimos del Madrid al creerse que un tipo así beneficie en absoluto a la imagen que su club proyecta en el exterior.
Está muy bien la guerra psicológica con los rivales serios con los que compite en una misma liga o los desenlaces importantes de cualquier competición transcendente, pero no señor Mourinho, no puede acabar mal con todo el mundo creando a su alrededor y al de su club una imagen de antipatía generalizada.
El club y su masa social siempre serán más importantes que un artista circense.
Algo está pasando en este deporte cuando las ruedas de prensa de “Mou” o “Pep” tienen más transcendencia que las de los cracks antiguamente considerados mediáticos.
Enhorabuena a toda la costa levantina con un Valencia primero, un Villareal segundo, un Hércules espectacular en su regreso y un Levante plantando cara a todo un señor real Madrid.
Por abajo simplemente avisar, (que el que avisa no es traidor), que por culpa de esos malos arranques en un liga, repito, que me da a mí que va a ser muy competitiva por todos los lados, no debemos todavía ser especialmente cenizos ni tremendistas pero, cuidado, podemos llegar a serlo por la escasez de puntos que al final siempre hacen falta.
Se habla mucho de la falta de gol.
Considero que sí puede influir al final en ser campeón o no del ejercicio pero todos sabemos que en el fútbol todo es cuestión de rachas buenas o malas.
Mención especial para un jugador que me está maravillando por que ya es más que una realidad en un puesto siempre difícil, me estoy refiriendo como no podía ser de otra manera al portero titular del Atlético de Madrid.
Y poco más.
Quizás no encontrarme con la imagen de mi niñez de aquel abuelote de domingo con su bolsa de pipas y el querido transistor en un banco de cualquier parque de su ciudad. Ahora, por suerte o por desgracia ya está todo televisado.
Y viendo las retransmisiones me alegro cada día más de que el género femenino se incorpore al maravilloso mundo del este deporte rey.
Ya sabéis, unas cosas por otras.
¿Quien abandona a quien hoy en día por el fútbol?
Entre crisis deportivas, crisis económicas, huelgas generales, corrupciones, denuncias, violencia de género, armas nucleares, estados desunidos, inmigración, paro, tribunales constitucionales, terrorismo, servicios mínimos, pactos gubernamentales, nacionalismos, represiones, sálvame deluxe y mujeres, hombres y viceversa, recordad, que hay vida ahí fuera.
Y hay Champions eh!!!!
martes, 28 de septiembre de 2010
jueves, 23 de septiembre de 2010
"TRANSICIÓN"
Que sí, que muy bien, que vale.
Tercera y cuarta jornada y ya casi la quinta.
Respiremos.
Ha sido volver de vacaciones y entregarme por completo a una ciudad ya en pleno apogeo de sensaciones similares a todo lo contrario de aquello que deje en la costa.
Que le vamos a hacer, es ley de vida.
A falta de un abuelo bastardo y de una esposa soltera como dice Joaquín me centré en las jornadas ligueras que, como mínimo, me hacían aligerar la frustración típica de la edad escolar de aceptar sin resentimiento la llegada de otro nuevo otoño en mi vida.
Y bueno, hay un poco de todo aquello…
El Madrid gana pero no convence ni siquiera a sus seguidores entre, nadie es perfecto, los que no me encuentro.
El Barcelona sufre y no va tan de sobrado como en temporadas pasadas desplegando eso sí, un juego de toque y construcción.
El Valencia sorprende a propios y extraños al demostrar que incluso sin Villa ni Silva puede dar guerra.
El Atletí me sigue gustando al demostrarme que han elegido el equipo en lugar de la banda.
El Sevilla probablemente ha bajado un peldaño de aquello que fue, pero, como decirlo, todos los días no son fiesta para nadie.
El Bilbao ha empezao fuerte y con garra pero sobretodo con una cantera que va a dar mucho que hablar.
Veremos.
Y luego todos eso aspirantes a la permanencia que, exceptuando sorpresas, van a estar ahí demostrando una planificación acertada o equivocada para, para mí, la mejor liga del mundo.
Y probablemente lo sea al ver o intuir más igualdad que en años anteriores.
No es fácil ningún partido y ningún equipo lo tendrá fácil con nadie.
Que viva el espectáculo.
Sin entrar en polémicas, critico y criticare la dura entrada de Ujfalusi a Leo Messi sin más.
Y digo sin más porque ya se ha hablado demasiado del asunto como para pretender, como algún director de diario deportivo de tirada nacional, echar más leña a un fuego que lo que debe de hacer es apagarse y seguir dando calorcito a un ambiente frío y húmedo.
Que nos sirva de lección a todos y que se eviten, dentro de lo posible, acciones violentas en un terreno de juego creado para el disfrute del personal.
Respeto a los profesionales de la cancha que no a esos otros que empapan en tinta la sangre de los demás.
Otro nombre, De Gea.
Increíble la progresión de este joven de diecinueve años que ya parece abuelo en primera división.
De los árbitros, como siempre, mejor no hablar.
Y con Vivaldi y su otoño de fondo me despido a ver si veo caer alguna hoja de algún árbol caído.
Tercera y cuarta jornada y ya casi la quinta.
Respiremos.
Ha sido volver de vacaciones y entregarme por completo a una ciudad ya en pleno apogeo de sensaciones similares a todo lo contrario de aquello que deje en la costa.
Que le vamos a hacer, es ley de vida.
A falta de un abuelo bastardo y de una esposa soltera como dice Joaquín me centré en las jornadas ligueras que, como mínimo, me hacían aligerar la frustración típica de la edad escolar de aceptar sin resentimiento la llegada de otro nuevo otoño en mi vida.
Y bueno, hay un poco de todo aquello…
El Madrid gana pero no convence ni siquiera a sus seguidores entre, nadie es perfecto, los que no me encuentro.
El Barcelona sufre y no va tan de sobrado como en temporadas pasadas desplegando eso sí, un juego de toque y construcción.
El Valencia sorprende a propios y extraños al demostrar que incluso sin Villa ni Silva puede dar guerra.
El Atletí me sigue gustando al demostrarme que han elegido el equipo en lugar de la banda.
El Sevilla probablemente ha bajado un peldaño de aquello que fue, pero, como decirlo, todos los días no son fiesta para nadie.
El Bilbao ha empezao fuerte y con garra pero sobretodo con una cantera que va a dar mucho que hablar.
Veremos.
Y luego todos eso aspirantes a la permanencia que, exceptuando sorpresas, van a estar ahí demostrando una planificación acertada o equivocada para, para mí, la mejor liga del mundo.
Y probablemente lo sea al ver o intuir más igualdad que en años anteriores.
No es fácil ningún partido y ningún equipo lo tendrá fácil con nadie.
Que viva el espectáculo.
Sin entrar en polémicas, critico y criticare la dura entrada de Ujfalusi a Leo Messi sin más.
Y digo sin más porque ya se ha hablado demasiado del asunto como para pretender, como algún director de diario deportivo de tirada nacional, echar más leña a un fuego que lo que debe de hacer es apagarse y seguir dando calorcito a un ambiente frío y húmedo.
Que nos sirva de lección a todos y que se eviten, dentro de lo posible, acciones violentas en un terreno de juego creado para el disfrute del personal.
Respeto a los profesionales de la cancha que no a esos otros que empapan en tinta la sangre de los demás.
Otro nombre, De Gea.
Increíble la progresión de este joven de diecinueve años que ya parece abuelo en primera división.
De los árbitros, como siempre, mejor no hablar.
Y con Vivaldi y su otoño de fondo me despido a ver si veo caer alguna hoja de algún árbol caído.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
"DESTINO RUTINA"
Final de la segunda jornada y sigue el ritmo de competición con la ansiada copa de Europa y la anteriormente conocida como copa de la UEFA.
Dos lecturas:
-Los internacionales casi no se pueden permitir un momento de relax entre unas competiciones y otras entendiendo que la gran mayoría juegan en importantes clubes que aspiran a todo y que de no conseguir nada se consideraría directamente un fracaso. Esto sin contar con los compromisos de la selección más solicitada del mundo.
- Todo este ritmo infernal de competición nos anuncia en letras mayúsculas que el tiempo de estío y ocio, como siempre, ha vuelto a dar paso a rutinas, síndromes depresivos post vacacionales y demás dimes y diretes de un frustrado veraneante que quema sus últimas horas en un mediterráneo soleado y agónico.
Y no es rencor.
Es jodienda.
Varapalo del, según los expertos, el mejor equipo del mundo en su casa ante un sorprendente y espectacular recién ascendido Hércules.
¿Accidente?, puede ser, pero lo que demuestra es que este campeonato quizás no sea tan desigual como el anterior con dos aspirantes al título y dieciocho equipos más.
Actualmente no es fácil ganar casi ningún partido y los grandes vienen con pocos entrenos de jugadores que han disputado una final del campeonato del mundo y de la que el fútbol club Barcelona es el mayor perjudicado por el número de convocados a tal cita.
De todas maneras el Madrid tampoco lo tuvo fácil para no pasar del empate en el Bernabeu.
Lo que les cuento señores, puede ser una competición entretenida si hay más igualdad.
Enhorabuena a los equipos que ganaron en casa en su presentación y reverencias a Valencia y Atlético que suman y siguen, en este caso de líderes.
Locura en Zaragoza con un Málaga desorbitado y toque de atención a un Sevilla que veo menos enchufado que otros años.
Y veremos dijo un ciego.
Desde las entrañas de este post escrito lejos, muy lejos de mi apartamentito céntrico de Madrid de cuyo alquiler (una de las causas de la ruina permanente que me acompaña), no deseo hablar en este espacio deportivo, mantengo la visión pero desde una perspectiva, como decirlo, llena de arena y por tanto diferente.
No es lo mismo ser que estar y para nada es lo mismo ver el fútbol en bañador en un chiringuito sin cerveza de calidad reconocida y rodeado de extranjeras haciendo top less.
Pero el final del verano llegó y tú partirás a tu pequeño mundo nublado e imperialista mientras yo volveré al tajo.
Y la vida, como la competición, seguirá dándonos y quitándonos la alegría de saber que a lo mejor, el año que viene podemos repetir titulo, vacaciones, bikinis…
Siento que este texto desprenda la amargura de conocer que lo bueno dura poco.
Permitirme el desliz.
Mañana, en ruta, volveré a ser el típico aprendiz de fútbol pendiente de todo de nuevo.
Suerte a los equipos españoles en las competiciones europeas y besos con sal para esa rubia que conocí en la playa y que probablemente nunca vuelva a ver.
Dos lecturas:
-Los internacionales casi no se pueden permitir un momento de relax entre unas competiciones y otras entendiendo que la gran mayoría juegan en importantes clubes que aspiran a todo y que de no conseguir nada se consideraría directamente un fracaso. Esto sin contar con los compromisos de la selección más solicitada del mundo.
- Todo este ritmo infernal de competición nos anuncia en letras mayúsculas que el tiempo de estío y ocio, como siempre, ha vuelto a dar paso a rutinas, síndromes depresivos post vacacionales y demás dimes y diretes de un frustrado veraneante que quema sus últimas horas en un mediterráneo soleado y agónico.
Y no es rencor.
Es jodienda.
Varapalo del, según los expertos, el mejor equipo del mundo en su casa ante un sorprendente y espectacular recién ascendido Hércules.
¿Accidente?, puede ser, pero lo que demuestra es que este campeonato quizás no sea tan desigual como el anterior con dos aspirantes al título y dieciocho equipos más.
Actualmente no es fácil ganar casi ningún partido y los grandes vienen con pocos entrenos de jugadores que han disputado una final del campeonato del mundo y de la que el fútbol club Barcelona es el mayor perjudicado por el número de convocados a tal cita.
De todas maneras el Madrid tampoco lo tuvo fácil para no pasar del empate en el Bernabeu.
Lo que les cuento señores, puede ser una competición entretenida si hay más igualdad.
Enhorabuena a los equipos que ganaron en casa en su presentación y reverencias a Valencia y Atlético que suman y siguen, en este caso de líderes.
Locura en Zaragoza con un Málaga desorbitado y toque de atención a un Sevilla que veo menos enchufado que otros años.
Y veremos dijo un ciego.
Desde las entrañas de este post escrito lejos, muy lejos de mi apartamentito céntrico de Madrid de cuyo alquiler (una de las causas de la ruina permanente que me acompaña), no deseo hablar en este espacio deportivo, mantengo la visión pero desde una perspectiva, como decirlo, llena de arena y por tanto diferente.
No es lo mismo ser que estar y para nada es lo mismo ver el fútbol en bañador en un chiringuito sin cerveza de calidad reconocida y rodeado de extranjeras haciendo top less.
Pero el final del verano llegó y tú partirás a tu pequeño mundo nublado e imperialista mientras yo volveré al tajo.
Y la vida, como la competición, seguirá dándonos y quitándonos la alegría de saber que a lo mejor, el año que viene podemos repetir titulo, vacaciones, bikinis…
Siento que este texto desprenda la amargura de conocer que lo bueno dura poco.
Permitirme el desliz.
Mañana, en ruta, volveré a ser el típico aprendiz de fútbol pendiente de todo de nuevo.
Suerte a los equipos españoles en las competiciones europeas y besos con sal para esa rubia que conocí en la playa y que probablemente nunca vuelva a ver.
viernes, 3 de septiembre de 2010
"UNO,EQUIS, DOS."
Aquí me pongo a contar
motivos de un sentimiento
que no se puede explicar.
Y eso que no doy el tipo
del hincha rapado y violento
pero que gane mi equipo.
Primera jornada, primeras alegrías y decepciones.
Primer pulso, primeros números a los que atenerse a lo largo de un otoño marcado por la llegada del invierno, una primavera trompetera y un final, de nuevo casi veraniego, no apto para individuos más o menos anónimos con problemas cardiovasculares.
Una renovada ilusión en creer a veces pudiendo y a veces resignándote a aceptar los males lejanos de una directiva que siempre tiene la culpa.
Una ilusión, y que no nos falte, en vislumbrar un futuro prometedor en el complejo campo de la competitividad.
Primera jornada con pausa internacional por los compromisos de las selecciones, entre ellas la campeona del mundo, y por tanto reflexión e ilógica en un comienzo de temporada distinta por los fichajes pero similar por las cadencias de ese contexto tan espiritual como ufano de los miles de seguidores que siguen deseando que se acabe el verano.
Y resultados dispares.
El Madrid y el Barcelona demuestran que siguen en sus respectivas líneas de competitividad sin dejar margen para ningún error.
Los demás a intentar conseguir los objetivos marcados por la gente de un despacho con vistas al mar.
El aficionado renovando el abono correspondiente a ese pedazo de rincón dramatúrgico y obsceno de la evasión o victoria.
Y yo expectante.
Y digo expectante por que siempre congeniamos con un grande, porque siempre queremos a un pequeño, porque nunca nos satisfacen los arbitrajes si perdemos, porque a veces, y solo algunas veces, miramos más allá de una posible clasificación, porque los colores se llevan dentro, porque puede que el soñar sea más sencillo que el dormirse en los laureles, porque ese delantero centro tiene pinta de crack, porque las bajas han sido determinantes, porque la afición crece cada año que pasamos en primera, porque la liga se llama bebe úvea.
Demasiadas incógnitas después de una primera jornada que nos ha dejao de líder al “pupas”.
Y me alegro.
Qué manera de aguantar,
qué manera de crecer,
qué manera de sentir,
qué manera de soñar,
qué manera de aprender,
qué manera de sufrir,
qué manera de palmar,
qué manera de vencer,
qué manera de vivir.
Está todo por escribir pero quiero entender que cualquier individuo se merece celebrar, aunque sea por un día, cualquier clase de liderato.
El espectáculo acaba de comenzar y nos quedan demasiadas jornadas como para arriesgarnos a plantearnos cualquier clase de pronóstico.
Y el que lo sepa que ayude a un pobre servidor a acertar la quiniela.
Bienvenidos a la mejor liga del mundo.
motivos de un sentimiento
que no se puede explicar.
Y eso que no doy el tipo
del hincha rapado y violento
pero que gane mi equipo.
Primera jornada, primeras alegrías y decepciones.
Primer pulso, primeros números a los que atenerse a lo largo de un otoño marcado por la llegada del invierno, una primavera trompetera y un final, de nuevo casi veraniego, no apto para individuos más o menos anónimos con problemas cardiovasculares.
Una renovada ilusión en creer a veces pudiendo y a veces resignándote a aceptar los males lejanos de una directiva que siempre tiene la culpa.
Una ilusión, y que no nos falte, en vislumbrar un futuro prometedor en el complejo campo de la competitividad.
Primera jornada con pausa internacional por los compromisos de las selecciones, entre ellas la campeona del mundo, y por tanto reflexión e ilógica en un comienzo de temporada distinta por los fichajes pero similar por las cadencias de ese contexto tan espiritual como ufano de los miles de seguidores que siguen deseando que se acabe el verano.
Y resultados dispares.
El Madrid y el Barcelona demuestran que siguen en sus respectivas líneas de competitividad sin dejar margen para ningún error.
Los demás a intentar conseguir los objetivos marcados por la gente de un despacho con vistas al mar.
El aficionado renovando el abono correspondiente a ese pedazo de rincón dramatúrgico y obsceno de la evasión o victoria.
Y yo expectante.
Y digo expectante por que siempre congeniamos con un grande, porque siempre queremos a un pequeño, porque nunca nos satisfacen los arbitrajes si perdemos, porque a veces, y solo algunas veces, miramos más allá de una posible clasificación, porque los colores se llevan dentro, porque puede que el soñar sea más sencillo que el dormirse en los laureles, porque ese delantero centro tiene pinta de crack, porque las bajas han sido determinantes, porque la afición crece cada año que pasamos en primera, porque la liga se llama bebe úvea.
Demasiadas incógnitas después de una primera jornada que nos ha dejao de líder al “pupas”.
Y me alegro.
Qué manera de aguantar,
qué manera de crecer,
qué manera de sentir,
qué manera de soñar,
qué manera de aprender,
qué manera de sufrir,
qué manera de palmar,
qué manera de vencer,
qué manera de vivir.
Está todo por escribir pero quiero entender que cualquier individuo se merece celebrar, aunque sea por un día, cualquier clase de liderato.
El espectáculo acaba de comenzar y nos quedan demasiadas jornadas como para arriesgarnos a plantearnos cualquier clase de pronóstico.
Y el que lo sepa que ayude a un pobre servidor a acertar la quiniela.
Bienvenidos a la mejor liga del mundo.
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