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domingo, 11 de diciembre de 2011

"HISTORIAS MÍNIMAS"


Caminaba entre las sombras de otra decepción, esperando, a los pies de su cama, la llamada de ese móvil que se resistía, mientras lo sujetaba entre las manos, a sonar.
A sus treinta y cinco años y tres psicólogos mantenía intacto el sueño adolescente de viajar a la India para conocer las costumbres que, creía, acercaban el espíritu a la paz.

Yo la conocí durante esa búsqueda mientras escapaba de un pasado y, supongo, nos aferramos los dos a ese objetivo marcado con fuego.
Ahora desde la distancia reconozco que los dos seguimos sin encontrarlo.

Pero prosigamos.


Observaba la televisión último modelo que no utilizaba habitualmente entre un silencio sepulcral  con la única iluminación de dos velas aromáticas que chispeaban.
La capital, tan llena de gente, puede llegar a ser hostil y violenta a la hora de la soledad, envolviéndola, en una capa de ansiedad y tristeza que embadurnaba el lienzo del pasado.
En la mesa del comedor dos fotos rotas de figuras exultantes en una playa del norte, en el pasillo la luz del baño encendida y desocupada, en la cocina,  oscuridad.
Se incorporo y dejó el teléfono en la mesa para encender otro cigarro más de la cuenta particular de las desdichas y se acercó a la ventana para espiar el mundo exterior del que cada día se sentía menos partícipe.

Era Diciembre y las Navidades amenazaban con volver a casa.

La calle estaba extrañamente desierta bajo un frío invernal y tan solo una pareja de enamorados retozaba en un banco bajo la atenta mirada de la luna llena.
Reflejada en el cristal de la ventana sonrió tímidamente intentando descubrir cualquier motivo al que poder agarrarse sin, de nuevo, alcanzar el éxito.
Sonó el teléfono a lo lejos que ella sorprendentemente evito contestar.
Con la mirada perdida en el infinito se limitó a seguir contemplando la fina lluvia.

El silencio, de repente, se transformo en un grito unánime en el exterior, ¡GOL!

Era un diez de Diciembre en Madrid a eso de la diez de la noche.

(A todas esas Diosas a las que no les gusta el fútbol)

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