En una de esas mañanas en que te
despiertas o te despiertan a horas intempestivas
y sin necesidad ninguna de madrugar en medio de un sudor provocado
posiblemente por un extraño sueño en el que te han ninguneado en un
subconsciente del que no recuerdas nada; en una de esas jornadas
matutinas en las que te preparas para, de nuevo, olvidar e ignorar
cualquier clase de pesadilla emocional que te ha jodido el descanso y
supiras para lanzarte, sin red, a el bullicio del núcleo
urbano que te rodea en uno de esos trayectos de
cualquier jornada de tu vida en la que parece que no va a pasar nada para, de repente, descubrir que todo esta escrito en grandes titulares
que te anuncian la hecatombe que esta a punto de llegar.
Y no es un sueño.
Trece de Enero del dos mil doce.
El
crucero Costa Concordia encalla en las costas de la isla de Giglio en
Italia, ¿resultado? quince muertos, diecisiete
desparecidos y un capitán de fragata llamado Francesco Schettino que
estaba a bordo de un bote salvavidas mientras el barco se hundía
repleto de pasajeros y de tripulación.
Dicen las malas lenguas que cuando le
comentaron el hecho de que había mujeres a bordo el capitán serio y
sereno respondió aquello de: - pa follar
estoy yo ahora-
Sin comentarios.
Mil novecientos noventa y cinco.
Jose
Luis Cienfuegos es nombrado director del festival de cine de Gijón
tras la marcha de Juan Jose Plans cambiando completamente el concepto
de la muestra cinematográfica y reinventando la misma para dotarla
de una calidad muy valorada a nivel internacional apostando por el
cine independiente.
Años de reseñas importantes de un
certamen local en los principales medios de comunicación
especialistas en el sector del negocio audiovisual de todo el planeta
e interés de grandes realizadores por
estrenar en la pequeña ciudad cantábrica.
Once de Enero de este mismo año.
El partido gobernante en minoría en el
ayuntamiento de la ciudad asturiana decide cesar al director del
Festival de Cine en vísperas de la
celebración de la cincuenta edición del mismo ignorando,
sorprendentemente, los números de asistentes y la espectacular
proyección del evento durante el mandato del mismo para, al loro,
nombrar un nuevo director del que no se conoce más virtud que la del
oportunismo electoral en un acto, como bien definió un director
manchego que posee dos oscars, de caciquismo absoluto.
Segunda en la frente.
Treinta de Enero.
Spanair se presenta en concurso de
acreedores para hacer frente a la ruina total de un negocio que al
final ya no tenía dinero ni para la gasolina
de sus aviones.
¿Resultado? Los escasos activos de la
compañía hacen imposible que los acreedores cobren y por tanto la
inquietud reina en los cuatro mil trabajadores, dos mil cuatrocientos
empleos directos, de la entidad por culpa de una mala gestión de la
que seguro que en el futuro no habrá responsables. (Basten los
ejemplos de Air Madrid y Air Comet)
A esto añadamos a la cantidad de
clientes que se han tenido que quedar colgados en los diferentes
aeropuertos desde el veintisiete de este mes por el cese de
operaciones.
Sigamos.
Treinta de Enero también.
Francisco Alvarez Cascos presidente
electo del Principado de Asturias anuncia el adelanto electoral por
falta de apoyo parlamentario a los presupuestos por los dos partidos
mayoritarios de la región.
Reconozco que sin presupuestos no hay
gobierno que valga pero me parece demasiado arriesgado unas
elecciones generales y dos autonómicas en menos de seis meses para
una demarcación territorial de un millón de habitantes.
Mucho movimiento político para tanta
crisis.
¿votara Niemeyer por correo desde Brasil?
Treinta y uno de Enero.
Después de distintas reuniones de la
conocida como junta directiva y después de una rueda de prensa
emotiva para anunciar la noticia que el sportinguismo nunca quiso
escuchar, Manolo Preciado es destituido como técnico del un primer
equipo en el que, (y esto es primicia), después de palmar
lamentablemente en Anoeta por goleada, varios jugadores (me filtran
los nombres de Trejo y Damian) son increpados por aficionados
de fiesta en Pola de Siero el mismo domingo de la dolorosa derrota.
¿Conclusión? Que la mayoría de los
titulares de la prensa deportiva nacional hablaran de la destitución
del técnico del Astillero debido a la posición, penúltimo, del
equipo en la clasificación y se olvidaran de todo lo demás.
Y es mucho.
Pero ya sabéis que en la máxima del fútbol es más fácil echar a uno que a los once o veinte de una plantilla que ahora sí, y eso me da mucho miedo, se queda absolutamente huérfana.
A veces es difícil
ser un asturiano en Madrid cuando no sabes que es lo que esta pasando
a tu alrededor.
O no lo entiendes.
Veremos si por lo menos el Mirandés
nos hace soñar un poco antes de volver a madrugar, aunque reconozco que existen ciertas jornadas en las que vale más quedarse en la cama escuchando
cuarto milenio esperando la resolución final de la maldición Maya.
No lo se colegas, vamos a ver como
empieza Febrero.
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