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viernes, 10 de febrero de 2012

"SEVEN"


Según la iglesia católica cristiana existen dos tipo de pecados, los veniales y los mortales.
Los veniales son aquellos que son relativamente menores, son menos graves que los mortales pero son más graves que una falta. Son una negligencia, vacilación o tropiezo en el seguimiento de Cristo y por tanto en la confesión no hay obligación de culparse por ellos.
Las condiciones (siempre según el catolicismo) para que se consideren así son el desconocimiento y la no voluntariedad en el ejercicio de los mismos.
Los mortales ya son otro cantar.
Es la violación con pleno conocimiento y deliberado consentimiento de los mandamientos de Dios en una materia grave. Al ser cometidos destruyen la vida de gracia y crean la amenaza de la condenación eterna a menos que sean absueltos mediante el sacramento de la penitencia o perdonados después de una perfecta contrición por parte del penitente.
Pero quizás, en estos tiempos multiculturales, todos conozcamos mejor aquellos pecados que se pusieron de moda en “La Divina Comedia” de Dante y que Santo tomas de Aquino contabilizó como siete.
Estoy hablando, como no podía ser de otra forma, de los siete pecados capitales.
En primer lugar aclarar que lo de capital no se refiere a la magnitud del pecado sino que da origen a muchos otros pecados y, son enumerados como siete desde la Edad media por los teólogos del momento. (dicen que antes eran ocho).
Actualmente, concretamente el diez de Marzo del dos mil ocho, el regente del Tribunal de la Penitenciaria Apostólica del Vaticano, ha añadido unos cuantos más a la lista de los pecados capitales denominándolos pecados sociales que son estos que nombro a continuación:
-Realizar manipulaciones genéticas.
-Llevar a cabo experimentos sobre seres humanos, incluidos embriones.
-Contaminar el medio ambiente.
-Provocar la injusticia social.
-Causar pobreza.
-Enriquecerse hasta limites obscenos a expensas del bien común.
-Consumir drogas. 
A falta de pan....

A mí, personalmente me gustan más los antiguos.

Lujuria.

7. El proceso penal español se situó al nivel de los regímenes totalitarios.

Pensamientos excesivos de naturaleza sexual o pensamientos posesivos sobre otra persona.
Dante decía que el problema era el amor que se tenia hacia otra personas dejando a Dios en segundo lugar.
Yo me quedo con lo del apetito sexual que es como viene en la definición actual del diccionario.

Gula

4. La confidencialidad de las relaciones entre imputado y su defensor es un elemento esencial.

Actualmente todos identificamos esta palabra con la glotonería, con el consumo excesivo de comida y bebida pero anteriormente cualquier forma de exceso podía caer bajo la definición de este pecado.
Actualmente se consideraría un desorden físico o emocional.

Avaricia

3. El autor debe tener consciencia del carácter injusto de la resolución que dicta. 


Es al igual que la gula un pecado de exceso pero en este caso se aplica a la adquisición de riquezas en particular. Y, claro, esta acción condenada por la ley divina, describe otros miles de ejemplos de pecados. Robo, secuestro, crimen...., la de mi madre.

Pereza

5. Los límites al derecho de la confidencialidad de las comunicaciones de los presos están regulados por la Ley Penitenciaria.

El más metafísico de los pecados y el más reconocido por los seres que a veces son incapaces de aceptar y de hacerse cargo de la existencia de ellos mismos. La tristeza del ánimo aparta al creyente de las obligaciones espirituales o divinas y eso es una falta mayor entendiendo que Dios nos prescribe para la consecución de la eterna salud.
Actualmente se le podría denominar como negligencia.

Ira

6. No fue un error de interpretación, sino un acto arbitrario.

Sentimiento no ordenado ni controlado de odio y enfado que se manifiesta en el individuo como la negación vehemente de la verdad hacia los demás y hacia sí mismo, impaciencia con los procedimientos de la ley y ganas de venganza.
Algo más que un enfado.

Envidia

1. El derecho a la defensa quedo restringido sin justificación.

Deseo insaciable mucho más general que el de la avaricia y peor al desear el mal del prójimo aquel
del que ellos desean algo.
Es probablemente, para mí de los peores pecados al sentirse bien con el mal ajeno.
El castigo del purgatorio (según la Divina Comedia) era el de cerrar sus ojos y coserlos porque habían recibido placer al ver a otros caer.
El disgusto de un deseo frustrado de emular alguna cualidad que otro posee.

Soberbia

2.Los jueces también están sometidos a la ley

El original y el más serio de los pecados capitales ya que es la principal fuente de la que derivan otros.
Se define como la sobrevaloración del Yo respecto de otros por superar, alcanzar o sobreponerse a un obstáculo, situación o bien en alcanzar un estatus elevado y subvalorizar al contexto.
Demasiado complicado, dejemoslo en seres altivos y arrogantes.
Hay definiciones que son demasiado complejas para entender y hay pecados que ya han prescrito en el diccionario actual de la fe.

Es por tanto, seguro que os habéis fijado, que en cada pecado capital hay un frase escrita en negrita.

Son las siete razones por las que desde ayer un juez español es inhabilitado para ejercer su profesión y es, no deja de ser, una reflexión surrealista a tal efecto.
Mezclar religión y justicia suele ser desproporcionado para las aspiraciones de cualquier señor con toga ya sea conservador o liberal en un tribunal superior que tiene su propio jurado popular.
Desconozco en ámbito legal que significa nada y ya no me queda fe para volver a pecar venialmente sin más intención que joderme a mi mismo.

Esta el tema, pienso yo, como para recurrir una tarjeta amarilla a ningún lado.

Cerraremos la sesión.

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