Según la iglesia católica
cristiana existen dos tipo de pecados, los veniales y los mortales.
Los veniales son aquellos
que son relativamente menores, son menos graves que los mortales pero
son más graves que una falta. Son una negligencia, vacilación o
tropiezo en el seguimiento de Cristo y por tanto en la confesión no
hay obligación de culparse por ellos.
Las condiciones (siempre
según el catolicismo) para que se consideren así son el
desconocimiento y la no voluntariedad en el ejercicio de los mismos.
Los mortales ya son otro
cantar.
Es la violación con pleno
conocimiento y deliberado consentimiento de los mandamientos de Dios
en una materia grave. Al ser cometidos destruyen la vida de gracia y
crean la amenaza de la condenación eterna a menos que sean absueltos
mediante el sacramento de la penitencia o perdonados después de una
perfecta contrición por parte del penitente.
Pero quizás, en estos
tiempos multiculturales, todos conozcamos mejor aquellos pecados que
se pusieron de moda en “La Divina Comedia” de Dante y que Santo
tomas de Aquino contabilizó como siete.
Estoy hablando, como no
podía ser de otra forma, de los siete pecados capitales.
En primer lugar aclarar
que lo de capital no se refiere a la magnitud del pecado sino que da
origen a muchos otros pecados y, son enumerados como siete desde la
Edad media por los teólogos del momento. (dicen que antes eran
ocho).
Actualmente, concretamente
el diez de Marzo del dos mil ocho, el regente del Tribunal de la
Penitenciaria Apostólica del Vaticano, ha añadido unos cuantos más
a la lista de los pecados capitales denominándolos pecados sociales
que son estos que nombro a continuación:
-Realizar manipulaciones
genéticas.
-Llevar a cabo
experimentos sobre seres humanos, incluidos embriones.
-Contaminar el medio
ambiente.
-Provocar la injusticia
social.
-Causar pobreza.
-Enriquecerse hasta
limites obscenos a expensas del bien común.
-Consumir drogas.
A falta de pan....
A mí, personalmente me
gustan más los antiguos.
Lujuria.
7. El proceso penal español se situó al nivel de los regímenes totalitarios.
Pensamientos excesivos de
naturaleza sexual o pensamientos posesivos sobre otra persona.
Dante decía que el
problema era el amor que se tenia hacia otra personas dejando a Dios
en segundo lugar.
Yo me quedo con lo del
apetito sexual que es como viene en la definición actual del
diccionario.
Gula
4. La confidencialidad de las relaciones entre imputado y su defensor es un elemento esencial.
Actualmente todos
identificamos esta palabra con la glotonería, con el consumo
excesivo de comida y bebida pero anteriormente cualquier forma de
exceso podía caer bajo la definición de este pecado.
Actualmente se
consideraría un desorden físico o emocional.
Avaricia
3. El autor debe tener consciencia del carácter injusto de la resolución que dicta.
Es al igual que la gula un
pecado de exceso pero en este caso se aplica a la adquisición de
riquezas en particular. Y, claro, esta acción condenada por la ley
divina, describe otros miles de ejemplos de pecados. Robo, secuestro,
crimen...., la de mi madre.
Pereza
5. Los límites al derecho de la confidencialidad de las comunicaciones de los presos están regulados por la Ley Penitenciaria.
El más metafísico de los
pecados y el más reconocido por los seres que a veces son incapaces
de aceptar y de hacerse cargo de la existencia de ellos mismos. La
tristeza del ánimo aparta al creyente de las obligaciones
espirituales o divinas y eso es una falta mayor entendiendo que Dios
nos prescribe para la consecución de la eterna salud.
Actualmente se le podría
denominar como negligencia.
Ira
6. No fue un error de interpretación, sino un acto arbitrario.
Sentimiento no ordenado ni
controlado de odio y enfado que se manifiesta en el individuo como la
negación vehemente de la verdad hacia los demás y hacia sí mismo,
impaciencia con los procedimientos de la ley y ganas de venganza.
Algo más que un enfado.
Envidia
1. El derecho a la defensa quedo restringido sin justificación.
Deseo insaciable
mucho más general que el de la avaricia y peor al desear el mal del
prójimo aquel
del que ellos desean algo.
Es probablemente, para mí
de los peores pecados al sentirse bien con el mal ajeno.
El castigo del purgatorio
(según la Divina Comedia) era el de cerrar sus ojos y coserlos
porque habían recibido placer al ver a otros caer.
El disgusto de un deseo
frustrado de emular alguna cualidad que otro posee.
Soberbia
2.Los jueces también están sometidos a la ley
El original y el más
serio de los pecados capitales ya que es la principal fuente de la
que derivan otros.
Se define como la
sobrevaloración del Yo respecto de otros por superar, alcanzar o
sobreponerse a un obstáculo, situación o bien en alcanzar un
estatus elevado y subvalorizar al contexto.
Demasiado complicado,
dejemoslo en seres altivos y arrogantes.
Hay definiciones que son
demasiado complejas para entender y hay pecados que ya han prescrito
en el diccionario actual de la fe.
Es por tanto, seguro que
os habéis fijado, que en cada pecado capital hay un frase escrita en
negrita.
Son las siete razones por
las que desde ayer un juez español es inhabilitado para ejercer su
profesión y es, no deja de ser, una reflexión surrealista a tal
efecto.
Mezclar religión y
justicia suele ser desproporcionado para las aspiraciones de
cualquier señor con toga ya sea conservador o liberal en un tribunal
superior que tiene su propio jurado popular.
Desconozco en ámbito
legal que significa nada y ya no me queda fe para volver a pecar
venialmente sin más intención que joderme a mi mismo.
Esta el tema, pienso yo,
como para recurrir una tarjeta amarilla a ningún lado.
Cerraremos la sesión.
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